Luis Grenni, durante la Sesión Especial del Concejo Deliberante el 20 de marzo de 2013, vísperas del Bicentenario |
"Al
producirse el 20 de febrero la victoria patriota en la Batalla de Salta, en un
impulso natural, los jujeños abandonaron los festejos y aclamaciones del
triunfo para alcanzar la tierra amada, el Jujuicito que había quedado atrás
aquel fatídico 23 de agosto. Así cruzaron ríos torrentosos, selvas y montes
hasta alcanzar la ciudad abandonada, la que estaba en ruinas.
Las huestes del
ejército realista aún permanecían en la ciudad y aterrorizadas recibían a los
derrotados guerreros del altivo y otrora gallardo cuerpo virreinal en pleno
desorden con la angustia y desorganización propia de un retroceso vergonzante,
era el mismo que había tomado bajo el mando del General Socasa a la ciudad
vacía luego de producirse los sucesos del Éxodo heroico.
A
golpes de puño con furia indescriptible los jujeños iban recuperando sus
pertenencias casa por casa de una ciudad destruida, con sus iglesias
convertidas en cuarteles para albergar la tropa, la plaza mayor tapiada para
formar un gran corral de caballería, el Cabildo en ruinas con las calles
laterales convertidas en pozos de trinchera desde aquel 8 y 9 de octubre cuando
el Coronel Zelaya con un grupo de bravos jujeños se largara una vez finalizada
la batalla de Tucumán a recuperar su ciudad, oportunidad que fueron rechazados
peleándose en forma furiosa desde los techos del Cabildo y por las casas de la
amada aldea, quedando numerosos muertos.
Fue
la llegada oportuna de los refuerzos enviados por Goyeneche a Pío Tristán que
impidió a este grupo de patriotas jujeños recuperar la ciudad en aquellos
tristes días de octubre.
Pero
ahora el triunfo de Salta colmaba de esperanzas las ansias de volver, de llegar
y reconquistar lo que les pertenecía.
Así
el 22 y 23 de febrero, comenzarán a llegar en oleadas, como un río que crece
después de la tormenta. En la ciudad, el Comandante Tacón a cargo de la reserva
que había quedado del ejército virreinal en Jujuy trataba de poner orden y
apuraba a los rezagados, mientras los jujeños con el llanto varonil de la
alegría y el canto de sus coplas de victoria anunciaban su regreso.
Será
José Bonifacio Bolaños el ahora Teniente de Gobernador, que tratara de
organizar la reconstrucción y mantener el orden en el caos imperante de esta
situación compleja, entre los que huyen y los que llegan con el frenesí de la
victoria y reencuentro.
Belgrano,
mientras tanto, ordenaba la ciudad de Salta y establecía sus propias
autoridades para su función política luego de la Capitulación de Pío Tristán y
de enterrar los muertos de ambos ejércitos y atender los heridos. Con la mayor
solemnidad y la dignidad que solo le cabe a los grandes, Belgrano hizo un
templo entre los paramentos majestuosos del Ande, presidido por el Sol Inca
como llama Votiva, hizo resonar su grito más glorioso de la Guerra ¡Ni
vencedores ni vencidos! Y bajo la Cruz de Cristo hermanó en fosa común a todos
los guerreros para su gloria eterna, indicando una misma patria para todos los
americanos.
Luego,
con el grueso de la tropa llegará a Jujuy aquel memorable 21 de marzo de 1813,
donde desde el Cabildo sellará la victoria de la patria fundante para iniciar
la nueva etapa en la democracia ahora conquistada, con la sangre y la razón; se
había desalojado al tirano, era el momento de empezar. Para ello constituyó el
nuevo Cabildo nombrándose como Teniente Gobernador al General Francisco Pico y
reponiendo sus autoridades para asumir al pueblo su poder dándole vida a su
institución natural y democrática, ya que este merecidamente había sabido
defender su dignidad y sus derechos con su sangre en los sucesos del Exodo,
Tucumán y Salta.
@Normal:El
tirano de forma monárquica había sucumbido para siempre. La Asamblea del Año
XIII, reunida por voluntad de las provincias constituidas como "Provincias
Unidas de Suramérica", habían legitimado de hecho a la nueva nación
dándole el carácter de "Estado de Derecho" reemplazando al
"Estado Monárquico" y absolutista. Fue éste el primer parlamento de
Suramérica imponiendo sello (escudo), himno como símbolos nacionales, moneda
como soberanía económica; libertad de vientres e igualdad de castas, con la
supresión de la esclavitud; dando las bases de una democracia, la eliminación
de las torturas y sus herramientas, la anulación de la inquisición, la eliminación
de los títulos de nobleza, dando sentido a los derechos humanos.
Y
así se sellará este proceso poniendo fin a un régimen para dar a una nueva
patria, la que dejará Constancia en el Acta del Cabildo aquel 21 de marzo donde
dice "Aquí concluye el Cabildo establecido por la tiranía que fue
repulsada, arrojada, aniquilada y destruida con la célebre y memorable victoria
que obtuvieran las armas de la Patria el 20 de febrero de 1813, siendo el
primer soldado de ella Manuel Belgrano"
Días
después donará sus propios dineros para la construcción de cuatro escuelas,
dictando sus reglamentos y proponiendo el escudo para estas, por lo que la
patria ahora, debe crecer y florecer a través de la educación, como único
camino. No basta la libertad si no la sostenemos y la defendemos con la
educación. La América solo será libre por la educación de sus hombres y
mujeres.
Y
como broche para una patria fundante entregará el 25 de mayo de 1813, la
Bandera Nacional de Nuestra Libertad Civil al Cabildo de Jujuy, distinguiendo
según sus palabras, al heroico pueblo que lo acompañó desde el Éxodo, haciendo
de esta guerra, una lucha propia y popular.
Será
entonces Jujuy, el abanderado, el portaestandarte de este emblema que
representa los derechos de la civilidad y la dignidad del hombre en su igualdad
y en democracia.
Belgrano,
además de conductor de masas y caudillo natural de los pueblos fue un militante
e ideólogo de la revolución, dio forma a un país y lideró un proceso popular
hasta su victoria.
Ostentaba
los títulos en forma oficial de Brigadier de los Ejércitos de la Patria,
Coronel del Regimiento I de Patricios, General en Jefe del Ejército Auxiliar de
las Provincias interiores de Salta del Tucumán y del Alto Perú, asumiendo en
base a estos títulos, el de Capitán General (otorgado por la Soberana Asamblea)
de las viejas capitanías de la colonia, el cual era de orden político, superior
al de militar y al de gobernador, teniendo fueros jurídicos que validaron la
creación del nuevo Estado de Derecho establecido de hecho por la Asamblea
Soberana.
Salta
del Tucumán
Salta
del Tucumán estaba constituida por todas las provincias que hoy conforman el
NOA, más Tupiza y Tarija del hoy Bolivia.
La
Bandera Nacional de Nuestra Libertad Civil, nacida como expresión del sello de
la Asamblea (escudo Nacional) será el primer símbolo que expresa a un
parlamento que desde el NOA fijará Manuel Belgrano como símbolo del Estado de
Derecho en su esencia democrática y base del poder civil y los derechos
humanos."
(*) Luis
Grenni, es el Presidente del Instituto Belgraniano de Jujuy. Arquitecto e
historiador, es autor de varias publicaciones sobre la historia de Jujuy: 'Jujuy en la gesta revolucionaria', 'El Cabildo de Jujuy. Base de la
construcción social de la Provincia', 'La primera expedición al Alto Perú', 'La
Independencia de las Provincias Unidas de Suramérica. Una gesta popular' y 'Manuel José Joaquín del Corazón de
Jesús Belgrano, entre otros.
(**) Columna publicada en El Tribuno de Jujuy.
(**) Columna publicada en El Tribuno de Jujuy.
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